Esguince de Rodilla

El esguince de rodilla es una de las lesiones más comunes en personas activas, deportistas o quienes sufren caídas o golpes en la articulación. Aunque puede parecer una lesión menor, si no se trata adecuadamente, puede afectar la estabilidad y funcionalidad de la rodilla a largo plazo.

¿Qué es un esguince de rodilla?

Un esguince de rodilla ocurre cuando uno o varios ligamentos que estabilizan la articulación se estiran más allá de su capacidad normal, o incluso se desgarran. Estos ligamentos son estructuras clave que conectan los huesos y mantienen la estabilidad de la rodilla.

Tipos de esguince

Los esguinces se clasifican en tres grados, según su gravedad:

  • Grado I: estiramiento leve del ligamento sin desgarro.

  • Grado II: desgarro parcial, con inestabilidad moderada.

  • Grado III: desgarro completo del ligamento, con pérdida significativa de estabilidad.

Causas frecuentes

Las causas más comunes de esguince de rodilla incluyen:

  • Movimientos bruscos o torsiones repentinas.

  • Caídas con apoyo inadecuado.

  • Golpes directos en la rodilla, por ejemplo en deportes de contacto.

  • Accidentes en el trabajo o en el hogar.

Síntomas

Los síntomas varían según la gravedad del esguince, pero suelen incluir:

  • Dolor localizado en la rodilla.

  • Inflamación y rigidez.

  • Dificultad para caminar o doblar la pierna.

  • Sensación de inestabilidad.

  • Aparición de hematomas en algunos casos.

Diagnóstico

El diagnóstico es clínico y puede complementarse con estudios por imagen:

  • Radiografía, para descartar fracturas.

  • Resonancia magnética, para evaluar daños en ligamentos o cartílago.

Tratamiento

El tratamiento dependerá del grado del esguince:

En esguinces leves o moderados (grado I o II):

  • Reposo, aplicación de hielo, compresión y elevación.

  • Medicamentos antiinflamatorios.

  • Fisioterapia para recuperar movilidad y fuerza.

  • Uso temporal de rodillera o inmovilizador.

En esguinces graves (grado III):

  • Evaluación ortopédica para posible cirugía.

  • Inmovilización prolongada.

  • Rehabilitación intensiva postoperatoria si hay reconstrucción ligamentaria.

Prevención y recuperación

Una recuperación completa puede requerir varias semanas o meses. La fisioterapia es fundamental para evitar recaídas. Para prevenir esguinces se recomienda:

  • Calentamiento previo al ejercicio.

  • Fortalecimiento de los músculos que rodean la rodilla.

  • Uso de calzado adecuado y técnica deportiva correcta.