Centro de Especialidades Médicas CEM - Calle Ballivián Piso 3, Consultorio C-312
La lesión del ligamento cruzado anterior es una de las más frecuentes en personas que practican deportes de alto impacto, especialmente aquellos que implican giros, cambios bruscos de dirección o saltos.
¿Qué es el ligamento cruzado anterior?
El ligamento cruzado anterior (LCA) es uno de los principales estabilizadores de la rodilla. Se encuentra en el centro de la articulación y conecta el fémur con la tibia. Su función principal es controlar el desplazamiento hacia adelante de la tibia y proporcionar estabilidad rotacional a la rodilla.
¿Cómo ocurre la lesión del LCA?
Las lesiones del LCA suelen producirse por:
-
Movimientos bruscos con torsión de la rodilla.
-
Aterrizajes inadecuados después de un salto.
-
Golpes directos a la rodilla, aunque son menos comunes.
-
Práctica de deportes como fútbol, básquetbol, esquí o rugby.
Síntomas comunes
Los síntomas más frecuentes de una ruptura del LCA incluyen:
-
Chasquido o sensación de “estallido” al momento de la lesión.
-
Dolor intenso y dificultad para apoyar el peso.
-
Inflamación rápida de la rodilla.
-
Inestabilidad o sensación de que la rodilla “se va”.
Diagnóstico
El diagnóstico debe ser realizado por un médico especialista. Se basa en:
-
Examen físico con maniobras específicas.
-
Resonancia magnética (MRI) para confirmar la ruptura y evaluar otras estructuras.
Tratamiento
El tratamiento dependerá del grado de lesión, la edad del paciente y su nivel de actividad física.
Tratamiento no quirúrgico:
-
Reposo, fisioterapia y fortalecimiento muscular.
-
Indicado principalmente en pacientes sedentarios o con roturas parciales.
Tratamiento quirúrgico:
-
Reconstrucción del ligamento con injerto, generalmente por artroscopía.
-
Recomendado en pacientes jóvenes, activos o deportistas.
Rehabilitación y recuperación
La rehabilitación es una parte fundamental del tratamiento y puede durar entre 6 y 9 meses. Incluye ejercicios para recuperar fuerza, movilidad y estabilidad de la rodilla. El retorno a los deportes de alto impacto debe estar guiado por un fisioterapeuta y el médico tratante.
Prevención
Existen programas de entrenamiento preventivo que mejoran la técnica deportiva y fortalecen los músculos estabilizadores de la rodilla, reduciendo el riesgo de lesiones.